Los duendes existen

Algunos pensaréis que los duendes sólo existen en los cuentos y no es así... estos pequeños seres cohabitan con nosotros de forma invisible... y a veces se manifiestan... hoy os voy a hablar de un fenómeno "extra-sensorial" que viene sucediendo en mi vida desde pequeño. Para bien o para mal no es un suceso suficientemente significativo como para tachar de mi lista de 5 cosas que hacer antes de morir lo de "Vivir una experiencia paranormal". Os lo voy a relatar como yo lo vivo, no pretendo que nadie se los crea y probablemente sea fruto de la casualidad o de mi mente predispuesta "a lo Iker Jiménez".

El fenómeno se manifiesta en forma de objetos que cambian de sitio. Esto es algo que me sucede desde hace mucho tiempo, no de forma habitual pero si más o menos una vez cada 8 o 10 meses... la primera vez que me pasó tendría yo unos 15 años, había un libro de física&química de BUP que había perdido, no lo encontraba por ningún lado en mi habitación... recuerdo perfectamente como removí todo (armarios, cajoneras, ...) en mi habitación y nada... total que le pedí dinero a mi madre para comprar otro y al volver de la librería con el libro nuevo entro en mi habitación y el libro perdido estaba en el centro de la mesa de estudio de mi cuarto!! Estaba y estoy convencido de que "alguien" puso ese libro ahí pues obviamente la mesa de trabajo era el primer sitio dónde miré y cuando me fuí estaba inmaculada, sin nada. Inmediatamente pregunté a mi madre si ella lo había puesto ahí en mi ausencia y me dijo que no. No había nadie más en mi casa. Lo recuerdo como si fuese ayer. A lo largo de los años me ha vuelto a suceder en varias ocasiones... y en Roche, que es un lugar mágico, el fenómeno se manifiesta más a menudo de lo habitual...

Otro caso sonado sucedió este verano pasado... yo había organizado una barbacoa nocturna en mi chalet y vinieron, aparte de mis amigos, 2 grupos de chicas de las cuales yo sólo conocía a dos de ellas. El tema fué que a la mañana siguiente me despierto con una terrible premonición: 400EUR que tenía en efectivo metidos en una riñonera de playa en un mueble del hall de entrada de mi casa habían desaparecido. Bajo desde mi habitación de arriba las escaleras a toda mecha, miro en la riñonera y efectivamente el dinero ya no está ahí... no sólo el dinero sino que también falta una tarjeta VISA y mi DNI. Sospecho que ha sido una de las chicas de los 2 grupos que vinieron... llamo a mis amigas que conocía y estas me comentan que de ninguna manera ha podido ser ninguna de sus amigas... que han preguntado y nadie ha visto ni ha tocado nada de dinero en mi casa... total que llamo al banco para anular la VISA... a continuación me llama una de mis amigas y me insta a que busque bién... sin mucha fé busco en el bolsillo de unos pantalones vaqueros y... zas! ahí está el dinero, el DNI y la VISA. Por supuesto inmediatamente llamé a mis amigas para comunicarles el hallazgo (siento haber dudado de vuestras amigas Mónica & Raquel!). Cuando sucedió esto por verguenza le comenté a todo el mundo que había sido un despiste mío pero... estoy 99% seguro que el dinero estaba en la riñonera del mueble del hall y no en el pantalón. Y que "algo" lo movió allí... ocurre que cuando pasan estas cosas te hacen dudar... y obviamente nunca se puede estar 100% seguro de que no fue uno mismo el que cambió las cosas de sitio.

Más casos: yo cuando me ducho en el baño de mi casa, nada más acabar, siempre entorno una de las ventanas oscilobatientes para evacuar el vapor, y así la dejo... pues una vez cuando volví la ventana estaba cerrada a cal y canto... y yo estaba seguro que no la había cerrado. Otra vez me encontré mi cuchilla de afeitar en el desague del lavabo... yo jamás la habría dejado allí... jamás! y era imposible que la hubiese dejado en equilibrio en el borde del lavabo... imposible. La última vez me sucedió hace unos días, estaba yo sacando toda la vajilla ya limpia del lavavajillas para empezar a meter la sucia, total, había acabado de sacar ya todos los platos limpios cuando vuelvo a abrir la portezuela del lavavajillas y aparece un vaso reluciente en la bandeja de abajo... ese vaso no estaba ahí!! Otro caso curioso, hace poco también, voy a tapar un bote de crema protectora solar y no encuentro el tapón... total que como tenía prisa lo dejo sin tapar y cuando vuelvo a mi casa al cabo de las horas me lo encuentro con el tapón puesto!! Podría hablar también de las decenas de calcetines que se me pierden todos los años pero creo que esto les pasa a todos los hombres jaja.

Yo siempre he bromeado con esto diciendo que son "los duendecitos" y, quizás no vaya desencaminado, aquí hablan sobre estos duendes que nos cambian las cosas de sitio, destaco:

Son traviesos pero no hacen daño y quienes conviven con ellos aseguran que los ven, los escuchan y hasta les sacan fotos con cámaras especiales. Los investigadores de duendes están seguros de su existencia, pero no pretenden convencer a nadie. Invitan a pensar que existe un mundo que está mas allá de lo que se ve o se puede explicar.

Inexplicable: objetos que cambian de lugar, desaparecen y vuelven a ser encontrados; ruiditos de inhallable origen; mascotas absortas, tirando mordiscos al aire. Aquellas personas que estén rodeadas de tales síntomas pueden pedir ayuda a psiquiatras detectives y enviados papales. 0, tal vez, simplemente, deben aceptar, con resignación y alegría, que conviven con duendes.
Porque estos pequeños seres existen y no sólo adentro de los cuentos.

Otra posibilidad es que sea mi propia mente la que mueva esos objetos... la mente es muy poderosa y podría desatar este tipo de fenómenos. O puede que sean "señales" que alguien me envia desde el "más allá". Por supuesto también puede ser que estoy gilipollas y debería empezar a tomarme algunas pastillitas jaja ;)

En cualquier caso no me da ningún miedo, estoy convencido de que no es nada malo, simplemente es algo que está ahí... y tengo que vivir con ello. Eso si, espero no acabar una noche solitaria de invierno en mi casa en Roche como Belén Rueda en esta famosa escena de la película El Orfanato: