martes, 31 de enero de 2012

Un pequeño homenaje



Bienvenidos al Reto Blogger IV, este es mi primer post de esta edición. En este caso la temática es libre y por ende puedo escribir de lo que quiera... la verdad es que mi rival -y sobre todo amigo- Domingo dio en el clavo cuando habló en este post sobre la dificultad de volver a una actividad (en este caso escribir) después de un largo periodo tocándonos los cojones de inactividad, cosa que se confirma al leer el primer post del susodicho!

Si bien es cierto que ando un poco oxidado, si tengo varios temas en el tintero sobre los que me gustaría escribir. No obstante hay un hecho acontecido recientemente que me ha marcado bastante y sobre el que me gustaría comentar. Me refiero a esta trágica noticia en la que tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía han muerto ahogados en La Coruña cuando intentaban salvar la vida de un joven de origen eslovaco que imprudentemente se estaba bañando borracho en el mar en una noche con fuerte marejada de fondo. Cualquiera que se haya bañado en el mar por la noche sabe el respeto que impone adentrarse en la oscuridad en el mismo... pues imaginaros en esas condiciones!! copio y pego lo acontecido desde la noticia:


Dos policías intentaron ayudar al joven sobre las 5.30 horas de esta madrugada y que, "al tener dificultades dado el mal estado de la mar, un tercer compañero también entró en el agua".
Fue entonces cuando una ola arrastró mar adentro a los tres agentes.

Querido lector, si leyendo estas líneas no se te pone la piel de gallina es que tienes horchata en vez de sangre por las venas... imaginaros la escena: los policías divisan al chaval que tiene dificultades para alcanzar la orilla... sin pensárselo dos de ellos se tiran al mar a intentar rescatarle... sin ningún tipo de equipo... recordemos de nuevo que estamos en pleno invierno, son las 5:30 de la madrugada, estamos en Galicia y hay un gran mar de fondo! el tiempo corre y en estos casos un minuto arriba o un minuto abajo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de ese chico... un tercer compañero se queda en tierra y al ver que también sus compañeros tienen dificultades para salir se tira sin dudarlo también a intentar salvarlos!! y desaparecen todos... hasta el momento sólo se ha encontrado el cadáver de uno de ellos.

En un mundo en el que nos ciega el dinero, la avaricia, dónde pisamos al prójimo, dónde todo el mundo va a "lo suyo", dónde tipejos como Urdangarín o Pepiños Blanco roban a manos llenas... tres policías con un sueldo absolutamente básico se juegan y pierden su vida por un niñato borracho que se está ahogando... siento admiración por algunas personas públicas y por lo que han conseguido (por poner un ejemplo reciente Steve Jobs) pero esta admiración es una nimiedad comparado con lo que siento por estos tres HÉROES.

Asimismo, me indigna que en España, este tipo de noticias pasen casi "de tapadillo", un par de telediarios y a la semana siguiente ya nadie se acuerda de esta noticia. Sirva de comparación lo que ocurrió en EE.UU en este accidente de avión en 1982, cuando un humilde oficinista se lanzó sin pensarlo a las gélidas aguas del río Potomac para salvar a una pasajera que no conseguía aferrarse al salvavidas que la lanzaron desde un helicóptero de salvamento y que estaba próxima a la hipotermia, ante la atónita mirada de cientos de personas que no movieron un dedo. Pues bien, ese humilde hombre fue condecorado por el mismísimo presidente de los EE.UU Ronald Reagan y fue también la primera persona invitada con honores en el discurso anual del presidente sobre el Estado de la Unión. En este fantástico post podéis leer la historia completa y este es el vídeo dónde el presidente Reagan homenajea a ese humilde héroe:



¿ Y aquí en España que hacemos ? pues buscando en Google "policías ahogados la coruña condecoración" me salen tristes noticias escuetas como esta dónde dice que el policía del que se encontró el cuerpo "fue condecorado" y al funeral asistieron "familiares, representantes institucionales y políticos". Me imagino el final de la historia: los cuerpos de los otros dos agentes nunca aparecerán y harán otro pequeño homenaje del que apenas se harán eco los medios y al que acudirán los politicuchos locales y el delegado del gobierno, con un poco de suerte el ministro del interior les mandará una carta y adiós. Nunca nadie más se acordará de ellos ni de su heroicidad. Como bien dice siempre mi admirado Arturo Pérez-Reverte, en España nunca nos hemos caracterizado por recordar a nuestros héroes.


Javier López López, José Antonio Villamor y Rodrigo Maseda, así se llamaban los tres agentes que nos dejaron y a los que yo, personalmente, nunca olvidaré. Esperemos que aparezcan los dos últimos cuerpos para que al menos sus familiares puedan honrarles y recordarles. Cuando ello ocurra actualizaré esta entrada para poner los nombres y apellidos completos de los dos últimos.

Actualización: afortundamamente el mar devolvió los cadáveres de los dos policías que faltaban y he actualizado los nombres.

Y no puedo terminar sin rendir un homenaje también al policía nacional Bernardino Ortega Ransanz, asesinado por un terrorista del GRAPO el 5 de Octubre de 1988 en la comisaría de policía de la calle Santa Engracia de Madrid. ¿ Y porqué esta persona en concreto ? pues porque el día anterior al que le asesinaron yo estaba en la cola de esa comisaría esperando para renovar el DNI... no se si os acordáis los madrileños que en esta comisaría se formaban y se forman unas colas tremendas para renovar el DNI... el caso es que aquel día había un mendigo borracho molestando a los que estábamos en la cola y este policía con un cariño, una paciencia y una amabilidad infinita instaba al mendigo a que depusiese su actitud... estaba claro que el policía entendía que el mendigo no estaba en sus cabales y, con una humanidad que me llamó la atención, consiguió que se tranquilizase y se fuese... al día siguiente apareció la foto de este pobre policía en el telediario: le habían descerrajado un tiro en la cabeza. Nunca lo olvidaré tampoco.

Sirva este post de este humilde blog como homenaje a todos esos buenos policías y guardias civiles a los que algunas veces ponemos a parir y que, sin embargo, un día se jugarían y darían su vida por nosotros, sin conocernos siquiera.